Bouchra, de 35 años, es una cineasta marroquí afincada en Nueva York que se siente paralizada por el miedo a la página en blanco. Una conversación telefónica con su madre, que vive en Casablanca, hará que resurjan los recuerdos. Este diálogo, donde hay ternura pero también circunstancias complejas, desencadena un avance creativo que da paso a un viaje a través de los lazos familiares, la relación materno-filial y la emoción del amor.