Jerónimo de Ávila es hijo de un conquistador español y de una curaca india. Mestizo desheredado, después de haber peleado durante muchos años en las guerras europeas, regresa a Perú en 1618 para buscar un documento que pruebe su legitimidad, su abolengo y su nombre. Una vez en Lima, se ve envuelto en una serie de conspiraciones y rencillas que terminan convirtiéndolo en prófugo, tanto de la justicia virreinal como del eclesiástico Tribunal de Extirpación de Idolatrías. Tratando de encontrar a su madre india, conoce a Inés Vargas, una novicia que oculta su verdadera y prohibida vocación: escribir poemas.