Es primavera en Lisboa y Nicolau cumple 24 años, pero no lo celebra. Viviendo en casa de sus padres, prisionero de un sueño de ser músico que nunca se hace realidad y atrapado en la imagen idealizada de una exnovia que lo dejó hace un año y nunca regresó, se siente incapaz de avanzar y forjar una vida propia. Acepta trabajos esporádicos que no le permiten salir de casa de sus padres, hasta que un día descubre que su madre está tan insatisfecha con su vida como él. Nicolau se conmueve, pero no se derrumba. Al contrario, sigue adelante. Consigue trabajo en una tienda de artículos de papelería, se muda a una casa compartida y la vida vuelve a la normalidad. Y con la vida, sus sueños y su corazón. Más adelante le esperan una chica y una isla…